fuente: http://www.ideal.es/gente-estilo/moda/genio-perenne-pertegaz-20170908184723-ntrc.html
«El genio de Pertegaz es atemporal. Sus diseños de hace varias décadas pueden vestirse hoy sin perder un ápice de su elegancia». Lo dice Amalia Descalzo, comisaria junto a Raúl Marina de ‘Pertegaz’, la muestra que condensa las siete décadas de carrera de este gigante de la alta costura. Un gran modisto que nunca sucumbió a los caprichos de la moda y que con su glamour sereno vistió a reinas, princesas, actrices y grandes damas de medio mundo. Se consagró como un maestro gracias a su singular estilo, que conjuga osadía y contención, tradición y modernidad. Y lo hizo en su país, renunciando al trampolín de París.
En la Sala Canal de Isabel II de Madrid se reúnen medio centenar de sus armoniosos y excitantes modelos. Sutiles y de delicada elaboración, certifican la maestría de un mago del corte y el patronaje, tan brillante con los vestidos de noche como con los de novia o el ‘prêt-à-porter’, en el que fue «un pionero y un visionario», según Raúl Marina. «Son las flores de su genio y aún conservan su frescura sin marchitarse», dice el comisario.
No está en la muestra su modelo más mediático, pomposo y famoso, el que lució en su boda la reina Letizia, en 2004, y que descubrió a las generaciones más jóvenes el genio de un modisto que tenía ya 86 años. Los comisarios lo han evitado deliberadamente «para que no eclipsara al resto». «No lo hemos pedido. Quizá muchos visitantes se fijarán solo en ese diseño y pasarán de puntillas por los demás, menos conocidos, pero igual de brillantes», explica la comisaria.
La sencillez solo aparente de su diseños, su elaboración artesanal, la sobriedad ornamental, el dominio del corte, el patronaje y la selección de tejidos, junto a su inteligente uso del color, convirtieron pronto en un maestro a Manuel Pertegaz, nacido en la villa turolense de Olba en 1918 y fallecido en Barcelona en 2014.
PERTEGAZ, Osado sin extravagancias
Diseñador de vocación temprana, aprendiz de sastrería con 12 años, sería uno de los primeros españoles aclamados en el mercado americano y elogiado universalmente por su buena factura y su sofisticada aguja. Osado pero nunca extravagante, vistió a grandes damas de la época como Jacqueline Kennedy y a actrices como Audrey Hepburn, Ava Gardner o Carmen Sevilla. «Siempre he tenido la osadía del tímido y si miro atrás, me asusto de algunas cosas que me he atrevido a hacer», decía el modisto.
Rechazó la seguridad y la catapulta de la parisina casa Dior cuando se le ofreció la dirección de la firma en 1957 para mantenerse fiel a su estilo «delicado, armonioso y elegante». Se encumbró como uno de los grandes junto a figuras como Balenciaga, dejando un brillante legado de modelo únicos realizados artesanalmente que «reinterpretan el pasado y adelantan los volúmenes actuales», según Descalzo.
La mayoría de los trajes proceden del Studio Pertegaz. Se incluyen otras piezas cedidas por el Museo del Traje, el Centro de Documentación de Tarrasa y colecciones privadas. Van de los trajes de inspiración militar de los años cuarenta a los más barrocos de los 80 y la pureza de líneas de los 90 de quien sería en 2009 el primer Premio Nacional de Diseño de Moda.
Desplegada en tres plantas, la muestra reúne piezas icónicas de su carrera. Alta costura y ‘prêt-a-porter’ conviven en las dos primeras, siguiendo el orden habitual en las casas de alta costura: vestidos de fiesta, de cóctel y de día. En la tercera se celebra la maestría de Pertegaz en los trajes de novia, del más convencional al más extraordinario, con diseños en rosa, rojo o negro. Se complementa con un espectacular vídeo en el que los diseños de Pertegaz toman vida a través de la figura de la modelo Vanesa Lorenzo en una realización del fotógrafo Eugenio Recuenco.